Todavía les cuesta llegar a los puestos claves

Carrera de obstáculos para las científicas

Aunque año tras año crece en la Argentina el número de mujeres que se dedican a las ciencias, aún es muy desigual su acceso a los puestos jerárquicos. Salarios dispares.

Es una verdad incómoda: cada vez más mujeres se dedican a la ciencia en la Argentina, pero el acceso a los puestos jerárquicos todavía supone mayores obstáculos para ellas que para los hombres. La persistencia de prejuicios arcaicos, cierto machismo en los ámbitos de investigación y la despareja distribución en las responsabilidades familiares conspiran contra la paridad. La Unesco recordó el contexto: sólo el 27% de quienes se dedican a la ciencia en el mundo son mujeres. El dato fue aportado por L’Oréal que junto al Conicet difundió ayer los resultados de una encuesta a 716 científicas locales y a otras mil personas representativas del total de la población nacional.

El esfuerzo familiar e intelectual de las entrevistadas no siempre se corresponde con una recompensa profesional. La mitad dijo percibir a su profesión como una elección laboral inestable. La diferencia más interesante surgió con la pregunta “¿Cuál piensa que es la motivación que en general lleva a los investigadores a querer hacer de la ciencia su profesión?”. El 91% de las científicas optó por el “desafío intelectual”, mientras que la respuesta más elegida por el segundo grupo fue “igualdad de género”.

“No creo que nadie se haga científica para demostrar que está a la par de los hombres. Mi motivación es el desafío intelectual y los motivos humanitarios”, opinó la bióloga molecular Luciana Giono. “Hay sesgos de género a la hora de optar por una disciplina. En la socialización temprana se estimula a los niños con autos y a las mujeres con muñecas. El estereotipo permea a través de la familia y los medios, y así se afianza un prejuicio de género: que la mujer es mejor para determinadas cuestiones”, aportó María Elina Estébanez, quien desde el programa GenTec buscó diagnosticar la situación de la mujer en la investigación científica.

Mientras tanto, llevará tiempo terminar con otras desigualdades. En el Conicet, según reconoció su presidenta, Marta Rovira, el 54% de los directores de proyecto para el trienio 2009-2011 son hombres. A medida que se avanza en la carrera de investigador, el porcentaje femenino decrece drásticamente. Sin embargo, el 54% del personal son mujeres, porcentaje que trepaba al 60% entre los jóvenes becarios. Por eso mismo, las proporciones podrían invertirse en el largo plazo. Las cifras del GenTec afirman esa tendencia. Hacia 1940, sólo el 13% del alumnado de las universidades del país eran mujeres. En el sistema científico y tecnológico, mientras en 1993 sólo un 37% era personal femenino, en 2001 esta participación alcanzó el 49 por ciento.

Hay mujeres empeñadas en revertir el panorama. Silvina Ponce Dawson explicó que desde el Grupo de Trabajo sobre Mujeres en la Física se está armando una red de contactos propia, porque “muchas veces un ascenso se relaciona con las recomendaciones y acá se percibe esa red como muy masculina”. En Física, la proporción de chicas se mantiene en un tercio, pero el porcentaje disminuye a medida que se avanza en la carrera académica. “Hay interferencias entre el desarrollo familiar, que suele recaer sobre las mujeres, y el profesional”. Y el prejuicio siempre acecha. Hace unos meses, una científica consultada por este diario participó de una discusión reveladora: “Nos preguntamos si elegiríamos a un jefe hombre o mujer al entrar a un laboratorio. La mayoría dijo ‘hombre’, incluso yo. Será porque siempre tuve jefes. Mi única jefa era la mujer del responsable del laboratorio”.

20 mil dólares para investigar

Ayer se presentó la nueva edición del premio nacional L’Oréal-Unesco, cuyo objetivo es apoyar la carrera de jóvenes investigadoras a nivel local. Otorgará 20.000 dólares para que la ganadora desarrolle su proyecto en curso dentro del país. También se entregarán dos menciones de 2.000 dólares a los trabajos destacados. Abierta hasta el 28 de mayo, la convocatoria es para mujeres con grado de doctorado que al 30 de junio de 2010 no hayan cumplido los 46 años. Deben desarrollar sus investigaciones en física, química, matemática, astronomía, computación, ciencias de la tierra, el agua y la atmósfera. “Los criterios de elección son la trayectoria, el equipo de trabajo, el estado de avance del proyecto y la factibilidad de su aplicación”, destacaron desde la empresa organizadora.